«Entraron en la casa (sobre la que se había parado la estrella), vieron al niño con María, y cayendo de rodillas lo adoraron» (Mt 2,11).
Epifanía es una festividad de la iglesia que se celebra el doceavo día de Navidad, es la festividad que marca el final de la Navidad. El significado de la palabra Epifanía es “revelar”, por eso que todas las celebraciones asociadas con la Epifanía son eventos que nos revelan a Jesucristo.
A través de los años en Epifanía se han celebrado cuatro diferentes eventos, donde cada uno representa una revelación al hombre del Hijo de Dios, son: el bautismo de Jesús, su primer milagro, transformación del agua en vino en las bodas de Caná y la festividad vigente la visita de los Tres Reyes Magos. Desde su comienzo se fijó el 6 de enero para su celebración. Es un día de obligación, pero en algunos países esta festividad se ha transferido al día domingo que caiga, entre los días 2 y 8 de enero.
Es interesante recordar que los Tres Reyes Magos: “Melchor, Gaspar y Baltasar”, le trajeron al Niño Jesús tres regalos o dones: Oro, para el gran Rey. Incienso, para el verdadero Dios. Y, Mirra para el sufrimiento y muerte futura del Niño Jesús. Se determinó que eran Tres Reyes Magos en base a una interpretación que data del siglo II, del Salmo 72: Reinado del Mesías 10-11: «Los reyes de Tarsis y las islas le rendirán tributo. Los monarcas de Arabia y de Saba traerán regalos; todos los reyes ante Él se postrarán, le servirán todas las gentes». La descripción de los reyes es; Melchor con barba tupida, Gaspar joven y sin barba, y Baltasar con piel oscura vistiendo una túnica roja.
Para muchos de nosotros, la celebración del Día de Reyes es tan importante como el de la Nochebuena o Natividad. Pocos días antes de la celebración los niños escriben sus cartas a los Reyes Magos pidiendo el regalo que desean recibir. Debemos destacar, que una de las celebraciones muy bonitas y únicas es la que se hace en México. La noche antes de la gran celebración del día 6 de enero, las familias van a la Alameda, en Ciudad de México. En este parque consiguen sitios de comida, venta de juguetes, los niños pueden tomarse fotos con los Reyes Magos y comer las famosas Roscas de Reyes. Muchos globos de todos los colores llenos de helio son vendidos y los niños amarran sus cartas a los globos y los sueltan para dejarlos volar, cargando con todos sus deseos. Esta tradición muy típica de los mejicanos es pasada de generación a generación.
En mi familia la tradición ha sido siempre que los niños escriban su carta solicitando regalos, que generalmente son de utilidad para el colegio. Ahora, antes de irse a la cama ellos colocan uno de sus zapatos al lado del árbol de Navidad, donde los Reyes le dejarán los regalos. Así tan pronto como despiertan corren al árbol buscando sus regalos.
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Pintura de aquí.
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