Lectura(s) de hoy: Éxodo 16:2-4, 12-15, Efesios 4:17, 20-24, Juan 6:24-35
«Lecturas del Domingo»
PRIMERA LECTURA
Toda la comunidad de los israelitas empezó a murmurar contra Moisés y Aarón en el desierto. Les decían: «¡Ojalá Yavé nos hubiera hecho morir en Egipto! Allí nos sentábamos junto a las ollas de carne y comíamos pan en abundancia. Ustedes, en cambio, nos han traído a este desierto en que todo ese gentío morirá de hambre».
Pero Yavé dijo a Moisés: «Ahora les hago llover pan del cielo; salga el pueblo y recoja lo que necesita para cada día. Yo lo voy a probar, a ver si guarda mi ley o no…
SEGUNDA LECTURA
Les digo, pues, y con insistencia les advierto en el Señor que no imiten a los paganos, que se mueven por cosas inútiles.
Pero ustedes no aprendieron así a Cristo, si es que de veras fueron enseñados y formados según él, sabiendo que la verdad está en Jesús.
Se les pidió despojarse del hombre viejo al que sus pasiones van destruyendo, pues así era la vida que llevaban, y renovarse por el espíritu desde dentro. Revístanse, pues, del hombre nuevo, el hombre según Dios que él crea en la verdadera justicia y santidad.
EVANGELIO
Al ver que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, la gente subió a las lanchas y se dirigieron a Cafarnaúm en busca de Jesús.
Al encontrarlo al otro lado del lago, le preguntaron: «Rabbí (Maestro), ¿cómo has venido aquí?».
Jesús les contestó: «En verdad les digo: Ustedes me buscan, no porque han visto a través de los signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. Trabajen, no por el alimento de un día, sino por el alimento que permanece y da vida eterna. Este se lo dará el Hijo del hombre; él ha sido marcado con el sello del Padre».
Entonces le preguntaron: «¿Qué tenemos que hacer para trabajar en las obras de Dios?» Jesús respondió: «La obra de Dios es ésta: creer en aquel que Dios ha enviado».
Le dijeron: «¿Qué puedes hacer? ¿Qué señal milagrosa haces tú, para que la veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, según dice la Escritura: Se les dio a comer pan del cielo».
Jesús contestó: «En verdad les digo: No fue Moisés quien les dio el pan del cielo. Es mi Padre el que les da el verdadero pan del cielo. El pan que Dios da es Aquel que baja del cielo y que da vida al mundo.» Ellos dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan».
Jesús les dijo: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed.
Rezar: Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
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