Lectura(s) de hoy: San Mateo 9,1-8
«Incredulidad de Tomás»
Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. Los otros discípulos le dijeron: ‘¡Hemos visto al Señor!’. El les respondió: ‘Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré’. Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: ‘¡La paz esté con ustedes!. Luego dijo a Tomás: ‘Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe’.
Tomas respondió: ‘¡Señor mío y Dios mío!.
Jesús le dijo: ‘Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!.
Rezar: Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
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