Arcángel san Rafael
¡Hey! ?
¿Te gustaría experimentar la protección, sanación y guía celestial del glorioso Arcángel San Rafael? La «Novena al Glorioso Arcángel San Rafael» es una oportunidad increíble para abrir tu corazón y alma a este poderoso intercesor. En solo nueve días, puedes invocar la ayuda de San Rafael, conocido por su papel como sanador y guía en momentos de dificultad y necesidad.
Rezar esta novena te permitirá conectarte profundamente con el amor y la misericordia de Dios a través de San Rafael. Es una manera fantástica de fortalecer tu fe, encontrar paz interior y recibir las bendiciones que tanto anhelas. ¿Por qué no darle una oportunidad y ver cómo puede transformar tu vida?
Únete a nosotros en esta devoción y descubre el poder y la gracia del Arcángel San Rafael. ¡Haz de esta novena una parte esencial de tu vida espiritual y siente su presencia divina en cada paso que das!
(forma de hacer esta Novena con mayor perfección y fruto)
La primera y principal, es confesarce y comulgar, para ponerse por este medio en gracia y amistad con Dios; pues así nos concederá su Majestad, como amigos suyos, los favores que le pedimos y deseamos; y aunque esta diligencia se debía hacer el primer día, se puede trasladar a cualquier día de la Novena.
La segunda y muy especial, es obligar a la Reina de los ángeles, renovando en nuestras almas las devociones antiguas, y acrecentando la confianza en la protección de esta poderosísima Señora; pues todos los beneficios y favores, que comunica Dios a sus criaturas, pasan y se participan por las liberales manos de su santísima Madre.
La tercera y más propia, es procurar imitar aquellas especiales virtudes que ejercitaba el santo Tobías, y por las cuales mereció que el santo Arcángel le comunicase tan singulares favores. Estas, según las refiere el mismo santo Arcángel fueron la oración, la limosna y el ayuno, la caridad con los prójimos, y la misericordia y piedad con los difuntos. Estas mismas procurará ejercitar en cuanto pudiere el que hiciere la Novena y espere lograr lo que tan cumplidamente logró el mismo Tobías, pues como dice la Historia sagrada, el santo Arcángel ofreció, y le consiguió de su Majestad, aun mucho más de lo que deseaba.
Se puede hacer esta Novena en cualquier tiempo del año, cuando la necesidad, o la devoción de cada uno le dictare. Pero parece que será muy acertado, por lo que mirar a la devoción publica, hacerla desde el último jueves del Carnaval hasta el primer viernes de cuaresma; pues en estos nueve días se incluyen los tres de Carnestolendas (periodo que comprende los tres días anteriores al miércoles de ceniza), que serán muy bien empleados, si se gastaren en esta devoción, y no en los pasatiempos y diversiones en que suelen emplearse.
Por lo que toca a la devoción privada de cada uno, podrá hacer la Novena en nueve lunes continuados por ser este día el dedicado a los coros de los ángeles. También la podrá hacer en cualesquiera días y tiempos del año, y tal puede ser la urgencia y la necesidad, que se podrá hacer en el espacio de un día, en nueve tiempos oportunos y discontinuados. También se podrá hacer, cuando se ha de emprender un viaje largo ya sea por tierra, por ser este santo Arcángel el especial protector de los caminantes. También cuando se pretende tomar estado, por el singular acierto que tiene san Rafael en punto tan dificultoso de acertar. En las cobranzas dificultosas se puede también obligar al santo Arcángel con su Novena, porque fue el mas desinteresado agente en la cobranza de Tobías. Y sobre todo en las enfermedades, porque su mismo nombre Rafael, es lo mismo que medicina de Dios. Y esta sagrada medicina la encontrará siempre con seguridad el que con fervor y confianza hiciere la Novena a este sagrado príncipe y soberano Arcángel san Rafael, procurando hacerla delante de su imagen; ya en la iglesia, de la que está en el altar mayor, ya en su casa, delante de su estampa.
Hincado de rodillas delante de la imagen del glorioso Arcángel san Rafael, se dará principio a su Novena con la señal de la santísima cruz: y levantando el corazón a Dios, procurar alentar la confianza y avivar la fe; haciéndose presente con la consideración a toda la corte celestial, y a la Reina de los ángeles, como especial abogada nuestra, en cuya presencia con humildad, dolor y arrepentimiento, dirá de todo corazón el acto de contrición.
Por la señal de la Santa Cruz,
De nuestros enemigos,
Líbranos Señor,
Dios nuestro.
En el nombre del Padre,
Del Hijo,
Y del Espíritu Santo, Amén.
Dios y Señor de los ángeles, a los cuales encomendáis la guarda de los hombres: yo os ofrezco los merecimientos de estos soberanos espíritus, y los de vuestro Arcángel san Rafael, que siendo de los supremos, bajó a ser guía, guarda y compañero de aquel piadoso joven Tobías, librándole en los caminos de los peligros de cuerpo y alma. Yo os suplico, que me concedáis la guarda, guía y protección de este santo Arcángel, y la gracia que pido en esta Novena a mayor honra y gloria vuestra. Amén.
Aquí se rezará tres veces el Padre Nuestro y Ave María.
Padre Nuestro
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
Ave María
Dios te salve María
llena eres de gracia
el Señor es contigo;
bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén.
Después se dirá a san Rafael la oración correspondiente a cada día:
Oración final para todos los días.
Oración final para todos los días.
Oración final para todos los días.
Oración final para todos los días.
Oración final para todos los días.
Oración final para todos los días.
Oración final para todos los días.
Oración final para todos los días.
Oración final para todos los días.
que a cada uno le dictare su afecto, le pedirá a san Rafael el favor que en especial desea conseguir.
(oración final para todos los días)
Serenísima Reina de los ángeles, medicina de la medicina, porque, Señora, sin vos no hay medicamento que sane. Vuestra virtud es el alma de los remedios, como bajó de vos la salud al mundo enfermo, baja por vuestra virtud la salud a todos los enfermos del mundo. Y así, soberana Señora, os suplicamos nos deis al médico perfecto Rafael, para que sea nuestro médico, siendo, Señora, vuestro, y cure nuestros males. Y siendo uno de los siete príncipes nobles que asisten a vuestro trono, por eso serán mas gratas tus alabanzas, y para nosotros mas poderosa su intercesión: pues lo que pidiere a Dios, a cuyo trono asiste, lo alcanzará, Señora, por vos, asistiendo a vuestro trono.
En el nombre del Padre,
Del Hijo,
Y del Espíritu Santo,
Amén.
Fuente: BAEZA (1865). Novena al Glorioso Arcángel San Rafael (Num. 4). Impr. y litografía de la C. Gral. de Libros, (pp.1-21).
Tomado de Google Books, http://books.google.com.
Nota: Para facilitar el rezo de la Novena se cambió el orden de algunos párrafos.
Lecturas sugeridas:
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- Ángeles Ministros de la Voluntad de Dios – Parte 1
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- Ángeles Ministros de la Voluntad de Dios – Parte 3
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- Ángeles Ministros de la Voluntad de Dios – Parte 5
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