porque hiciste del Señor tu refugio y pusiste como defensa al Altísimo. Ellos te llevarán en sus manos para que no tropieces contra ninguna piedra (Salmos 91:11-12).
porque está escrito: «El dará órdenes a sus ángeles para que ellos te cuiden» (Lucas 4:10).
Ángel de la luz de Dios, a quien Dios envía como un compañero para mí en la tierra, protégeme de las trampas del diablo y ayúdame a caminar siempre como hijo de Dios, mi Creador.
Ángel de la verdad de Dios, cuyo conocimiento perfecto sirve a lo que es verdadero, protégeme de los engaños y las tentaciones. Ayúdame a saber la verdad, y siempre a vivir la verdad.
Ángel del amor de Dios, que alaba a Jesucristo, el único Hijo de Dios, que sacrificó su vida por amor a nosotros, sostiene me mientras aprendo los caminos del amor divino, de la generosidad sacrificial, de la mansedumbre y la humildad de corazón.
Gracias, mi amigo celestial, por tu cuidado vigilante. En el momento de mi muerte, llévame al cielo, donde el único Dios verdadero, que es luz, Verdad y Amor, vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.