Recordemos que somos muy afortunados de sentarmos en la mesa para comer.
Enseña a tu familia a dar gracias a Dios, por los alimentos, que vamos a comer.
Una buena costumbre para iniciar cada comida.
Bendícenos Señor y, estos regalos que estamos a punto de recibir de tu generosidad, a través de Cristo Nuestro Señor. Amén.